De pronto atiné que mi malograda maniobra me traería más problemas de los que puede traer un simple accidente, estaba con dos paquetes de marihuana en el bolsillo trasero de mi pantalón, no tenía forma de alejarlos de mí, a duras penas me mantenía tranquilo pensando que no me había pasado nada grave. Estaba lleno de espectadores, todos ajenos a mí, y me miraban con atención y preocupación, sentí las sirenas de los pacos y se me vino el mundo abajo.
Le pedí a la tipa del sapu que sacara mi billetera, está en el bolsillo trasero, el DERECHO!, se lo dije de tal manera que la tipa pasó a ser cómplice en mi desesperación.
Al final no supe como salí limpio de la situación, 2 veces a la semana voy a controles, curiosamente veo entrar y salir del hospital a la misma paramédico que me auxilió, ella siempre sube, baja...va y viene, siempre con sus ojos rojos...
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