jueves, 23 de diciembre de 2010
23
llevamos dos horas atrapados en este pequeño cubo de fierros y botones, con luces que van y vienen, ruídos de quien sabe que cosa. Nos cuesta mirarnos, tengo la mirada fija al techo, cuando me canso, miro al suelo, a veces sus zapatos, de pasada su cartera, ella también me mira, y se hace la weona, igual que yo. Será que llegarán a sacarnos y no sabré ni como se llama?
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